Un lugar está definido como un espacio en donde la identidad histórica del hombre refiere una situación social, política, económica, cultural y antropológica. La categoría de lugar es dada mientras el espacio se mire no como tal; sino como un punto de referencia para los entes sociales, éste puede estar ubicado en la relatividad del tiempo-espacio, que podrá ser situado en el pasado, presente o futuro, o en las dimensiones de la realidad virtual.
El lugar, puede ser nombrado como nos lo refiere el estudioso Starobinski, “Bajo Continuo” (marche de basse) expresión para evocar los lugares y como ritmos antiguos; la modernidad no los borra sino que los pone en segundo plano. Son como indicadores del tiempo que pasa y sobrevive. En el arte de la modernidad se preservan todas las temporalidades del lugar tal como se fija en el espacio y la palabra.
De este modo entendiendo el espacio como un lugar de referencia para el hombre, es que pretendemos hablar y proponer la idea de crear un desarrollo gráfico en torno al No Lugar, lo designaremos como los espacios constituidos con relación a ciertos fines como el trasporte, comercio, ocio, y la relación que mantiene el individuo con dichos espacios. Estos lugares son simplemente mediáticos ya que el hombre no forma parte de tal espacio, sólo los transita o les confiere el significado de un momento.
La propuesta gráfica No Lugar servirá para recuperar la posibilidad de pensar y reír a partir de una imagen que se explica por los referentes exagerados, inexistentes o irreales en el mundo sensible: curva, entronque, teléfono, pueblo, máxima velocidad, etc.
En la carretera vista como un texto, y no como un lugar mediático donde se leen indicaciones, buscaremos crear ilusiones al conductor con señales nuevas, que evoque a la utopía, al placer de ver, viajar y reír.
En la construcción de un discurso del No Lugar, llevaremos nuevos símbolos, o la modificación de las señales conocidas para crear la utopía del viaje. Se podrán ver como un imaginario el rastro de señales tales como un cruce de delfines en un desierto, una computadora en páramo, camino de canguros en una zona escolar, en fin; el pretexto es proponer un camino, texto, donde las variantes simbólicas de éste nos refiera la ilusión de que vamos a ningún lugar. La idea está en planear los posibles escenarios, conjugando la metáfora y el humor, donde las imágenes dialogan invitándonos a lugares sin sentido, abriendo la posibilidad ilusoria de un viaje hacia direcciones distintas.
Una imagen que creo tiene similitud con el proyecto, es "La Gaviota" o "Kilómetro 287" de la fotógrafa Lola Álvarez Bravo, que sitúa una gaviota muerta sobre un monolito que indica el número de kilómetro en una carretera, la imagen nos hace cuestionar ¿Qué hay más adelante?.
Otro momento donde la experiencia del No Lugar se hizo presente fue en la Patagonia Argentina al recorrer la ruta 40, el cual es un tramo solitario de más de 2500km, que bordea a la cordillera de los Andes Patagónicos, donde no hay nada y lo que menos me importaba era el destino.
miércoles, 6 de diciembre de 2006
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